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En el lenguaje del campeón no existe la palabra derrota. Para Juan Carlos Reveco, el “Cotón”, como todos prefieren llamarlo, el triunfo es lo único que tiene en mente.

Será su primera defensa del título mundial interino mosca de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el que expondrá frente al invicto francés Karim Guerfi, el viernes en el Orfeo Superdomo de Córdoba.

Hoy, a las 10.30, el campeón mundial se embarcará a la Docta, junto a sus entrenadores Jorge Arias y Diego  Giménez.

En la tarde de ayer realizó su último entrenamiento en Mendoza y salió prácticamente en categoría: 51,100 kg. Prácticamente nada, a dos días del pesaje.

“Estoy tranquilo, un poquito ansioso porque hace tiempo que no peleo, pero es normal porque han pasado muchos meses. Estoy en peso y comiendo con toda comodidad, obviamente que liviano. Realmente me siento muy fuerte para esta pelea”, comentó Reveco en su visita a Más Deportes en la tarde noche de ayer.

Su rostro está marcado por el trabajo y el bajo peso para llegar bien a la categoría. “Estoy un poco flaco y con ojeras, pero concentrado. Porque con la otra categoría no había manera de bajar de peso, ¡es que eran dos kilos! Lo bueno es que ahora, a un pesaje llego comiendo; claro que siempre el último día es un poquito más complicado”, dice el campeón mundial.

Un 12 de mayo de 2006, Cotón Reveco, en el mismo escenario, el Orfeo Superdomo de Córdoba, logró su primera corona de carácter internacional, el título Fedelatin minimosca de la AMB. Cinturón que le abrió las puertas al mundo.

Aquella noche deslumbró a los cordobeses al derrotar claramente al venezolano Freddy “El Indio” Beleño, en fallo dividido, ante el reproche del público que lo vio ganar ampliamente al mendocino.

Han pasado 6 años desde aquel entonces. “¿Sabés que es una pelea que no he podido ver nunca? Me acuerdo que lo hice tocar la lona al “Bagrecito” y el árbitro no le contó, pero después a mí sí en el octavo round. Igual gané, pero era duro ese negro”, larga con una carcajada Cotón, recordando el momento.

El malargüino se asombra al subir al edificio Gómez, ubicado en Garibaldi y San Martín, en pleno centro de Mendoza, desde donde se tiene una vista espléndida de nuestra ciudad.
En el café Décimo, Cotón, desde la altura mira la ciudad iluminada: “¡Qué lindo se ve desde acá!..”. Hace una pausa y sigue hablando de su preparación.

“Yo sólo estoy entrenado para ganar, no pienso en otro resultado. El francés es bueno, alto y complicado, tiene los brazos largos... Vamos a tener que trabajar un poco más en la corta distancia. Nosotros hemos hecho un gran trabajo y por eso hay una gran tranquilidad en el equipo, pero no abusamos de la confianza”, dice el campeón con esa seguridad que lo caracteriza.

Por Sergio Faria
Diario Los Andes