Cuando andaba con el cabezal, la musculosa y los guantes grandes, era un boxeador con estilo propio y pulcritud al momento de boxear. Cuando pasó al profesionalismo, la cosa cambió y Juan José Farías no pudo ser el mismo: divagó por diversos gimnasios, no tuvo una carrera cuidada y se desapegó del objetivo de llegar a hacer historia dentro del pugilismo mendocino.
Fue y volvió unas 20 veces, entre las cuales hasta se animó a ser su propio manager. Pero no le fue bastante bien que digamos.
Este viernes, desde las 22, en el Poliguay y a pesar de pelear en una entidad que busca tener identidad de peso, el Pericote (8-6-0, 6KO - 56,800 kilos) está con un plus de un resurgir que esperaba desde hace tiempo, pues cuando las luces se enciendan irá en busca del título Continental pluma, versión Comisión Mundial de Pugilismo, frente al chileno Guillermo Dejeas (7-9-1, 2KO - 55,900) en una contienda pactada a los 10 asaltos.
“Gracias a Dios, he tenido la suerte de poder guantear con nuestro campeón mundial Juan Carlos Reveco y con Javier Chacón”, dijo Farías con cierto brillo en los ojos.
No es para menos. Esta noche, lejos del “ninguneo” de los peces gordos, buscará su volver a empezar dentro del boxeo.
Por Juan Ignacio Blanco