La verdad es que lamentamos este hecho bochornoso, pero es nuestra obligación respaldar a uno de los nuestros, quien ya se encuentra realizando las acciones pertinentes ante la justicia, más allá de que también entendemos que el deportista no es el que debe pagar las consecuencias de un mal accionar de su dirigencia.
Acá no vamos a tolerar actos de prepotencia que atenten sobre la libertad de prensa.
Atentamente, los que hacemos Boxing Club.