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Pascual Pérez nació en Tupungato, 1926, y fue uno de los mejores púgiles en la categoría de peso mosca de todos los tiempos. Poseedor de un físico poderoso, basó su estilo en la rapidez y en la potente pegada de su golpe favorito, el cross o crochet.

Fue el menor de nueve hermanos de una familia cuyos padres se dedicaban a la recolección de la vid. Desde niño ayudó a éstos en sus tareas hasta que, al trasladarse la familia a Panquehua, Las Heras, donde empezó a asistir a la escuela, su gran pasión.

Posteriormente la familia Pérez, inmigrantes españoles, se trasladó a Rodeo de La Cruz, Guaymallén, donde el joven Pascual comenzó a frecuentar un gimnasio que se encontraba en esa localidad. Pronto comenzó a experimentar un interés creciente por el boxeo, lo que le hizo tomar la determinación de hacerse boxeador, a pesar de la negativa de sus padres. No obstante, su tío Juan, ex-boxeador, acabó por terminar no sólo de convencer a Pascual, sino también a sus progenitores. Pascual le mentía sus padres sobre sus salidas al gimnasio, argumentando que iba a clases de guitarra, ya que ellos no querían saber nada con el boxeo, aunque después El León tuvo que confesar su mentira.

Nace el púgil. El amateurismo

Con un par escaso de centímetros por encima del metro y medio de altura y apenas 46 o 47 kilos de peso, comenzó su carrera amateur a los 18 años, en el club Rodeo de la Cruz (luego pasaría a ser uno de los que formaron el Club Deportivo Guaymallén), de la mano de su maestro: Felipe Segura.. El inicio no pudo ser más fulgurante: ganó los primeros cinco combates por KO, lo que le llevó a una imparable ascensión que le hizo convertirse en campeón argentino, primero, y nada menos que campeón olímpico.

Londres `48

En los Juegos Olímpicos de Londres 1948, Pascual Pérez (22 años) ganó la décima medalla de oro para el olimpismo argentino (en los mismos Juegos, Argentina obtendría dos más) y la sexta del boxeo argentino (ese mismo día ganaría otra Rafael Iglesias). Pérez no había combatido nunca fuera de Sudamérica y aunque sus antecedentes eran respetados, el favorito para ganar la medalla de oro en el peso mosca era el español Luis Martínez Zapata, campeón europeo.

Pérez enfrentó en combate inicial (dieciseisavos de final) al filipino Ricardo Adolfo, venciéndolo por RSC (Referí Suspende el Combate, equivalente al KOT del profesionalismo) en el segundo round. En octavos de final enfrentó al sudafricano Desmond Williams, a quien también venció por RSC, en el tercer round. En cuartos de final venció por puntos al belga Alex Bollaert y en semifinales al checo František Majdloch.

En la final, Pérez debió enfrentar al italiano Spartaco Bandinelli (28 años), quien había dado la sorpresa al vencer en cuartos de final al favorito Martínez Zapata. Ya en el primer round, Pérez impuso su estilo agresivo, conteniendo la ofensiva inicial del italiano, para hacerlo retroceder con una sucesión de golpes, entre ellos una fuerte derecha recta que lo sentó sobre la segunda cuerda en el instante en que finalizaba la vuelta. El segundo round fue muy intenso, mostrando a Bandinelli en franco plan de recuperar puntos y a Pérez respondiendo golpe por golpe, utilizando su mayor movilidad para sumar puntos con su golpe de derecha, aprovechando la tendencia del italiano a usar el guante abierto. En el tercer round Pérez se mostró ofensivo desde el inicio "con una sucesión de directos de izquierda y derecha que llegaron a la cara de Bandinelli"; luego, el argentino detuvo el contraataque del italiano con un uppercup para terminar los contendientes en el centro del ring intercambiando golpes. Su saldo como aficionado se había cerrado con 125 combates ganados y un título olímpico.

Al campo rentado

Tras la obtención del oro olímpico, Pérez fue recibido como un héroe en Mendoza, donde la Legislatura Provincial le obsequió una casa y le brindó un empleo. Notablemente, en el torneo realizado para seleccionar a los boxeadores argentinos para los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, Pérez perdió en una discutida decisión de los jurados, con Francisco Calvagno, quedando eliminado.10 El representante argentino fue entonces Alberto Barenghi, quien fue eliminado en el primer combate.11

La eliminación decidió a Pérez a ingresar al profesionalismo, y dos años después se convirtió en el primer campeón mundial de boxeo de Argentina, y uno de los más importantes de la historia. Su última pelea amateur fue el 14 de noviembre de 1952, en el Club Franja de Oro, ganándole por puntos en cinco rounds a Pablo Rapretti.

Pérez realizó su carrera profesional dirigido por Lázaro Koci, quien también era manager de José María el Mono Gatica, y quien reorganizó el boxeo profesional en Argentina.

Debutó el 5 de diciembre de 1952, con 26 años de edad, ante José Giorino, en Gerli, por el título de campeón argentino de peso pluma. Por esta primera victoria recibió tan sólo 150 pesos.

Sus primeros 18 encuentros los ganó todos por nocaut, con un promedio de 3 rounds por cada uno. Recién en su 19º combate pudo su contrincante, Juan Bishop, resistir de pie toda la pelea.

El 11 de noviembre de 1953, en el Luna Park, se coronó campeón argentino de peso mosca, que se encontraba vacante, al vencer por nocaut técnico en el cuatro round a Marcelo Quiroga.

Pascualito ganaba casi todas sus peleas antes del tiempo reglamentario, algo completamente inusual entre pesos mosca, y en poco tiempo no tenía rivales en América Latina. "No sólo boxeaba como los dioses sino también pegaba como una 'mula'", lo describió una revista deportiva de la época.

El embajador argentino en Japón, Carlos Quiróz, por indicación del entonces presidente Juan D. Perón, hizo entonces gestiones para arreglar un combate en Buenos Aires contra el campeón mundial, el japonés Yoshio Shirai, sin que estuviera en juego el título.

La pelea se hizo a diez rounds en el Luna Park el 24 de julio de 1954, con presencia del presidente Perón, sentado en el ring side. El combate terminó empatado y resultó un acontecimiento extraordinario en el país, pues por primera vez un boxeador profesional argentino no era vencido por un campeón mundial. El empate obligó a Yoshío Shirai, como era norma en casi todo el boxeo mundial por entonces, a concederle la revancha al boxeador argentino esta vez en una pelea con el título en juego.

La epopeya de Japón: El título mundial

Cuatro meses después de empatar en Buenos Aires, Pascual Pérez y Yoshio Shirai se enfrentaban por el título mundial en el Estadio Korakuen de Tokio, el 26 de noviembre de 1954, a 15 rounds, como era norma en las peleas por títulos mundiales en aquel entonces. El argentino venció al japonés por puntos con amplitud, en decisión unánime, luego de haberlo derribado en el segundo round y nuevamente en el 12º, en el que el campeón se retiró a su rincón casi groggy.15 En el round 13, Pérez volvió a castigar duramente a Shirai, que estuvo al borde el nocaut. Al finalizar la pelea, el puntaje reflejó por unanimidad una amplia diferencia a favor del argentino: el árbitro Jack Sullivan le dio 146-139, el juez Bill Pacheco, 143-139, y el juez Kuniharu Hayashi, 146-143.16 Pascualito se constituyó así en el boxeador más pequeño en ganar un título mosca.5

El triunfo de Pascual Pérez tuvo un enorme impacto en la Argentina,17 aunque él personalmente no tuvo un carisma especial que le permitiera volverse un ídolo popular, como había sido Justo Suárez, en el pasado, o lo sería Carlos Monzón, en el futuro.13 Se trataba del primer campeón mundial de boxeo, una de las tres disciplinas esenciales del deporte argentino, junto al fútbol y el automovilismo.18 Por otra parte, Pascual Pérez, simpatizante peronista, dedicó el triunfo al presidente Perón, desde el mismo ring y a través de la radio, cerrando su dedicatoria con la frase: "¡cumplí, mi General!".19 El propio Perón fue a recibirlo al aeropuerto de Ezeiza cuando el boxeador volvió de Japón luego de la victoria.

Pérez y Shirai volvieron a enfrentarse el 30 de mayo de 1955, en la primera defensa del título y nuevamente en Tokio, venciendo esta vez el argentino por nocaut en el quinto round, cuando ya tenía una amplia ventaja en las tarjetas.16

Las defensas

En los siguientes seis años Pérez realizó 30 combates, pero sólo ocho de ellos fueron defensas del título y uno, un intento por reconquistarlo.

- Leo Espinosa: el 11 de enero de 1956 en el Luna Park de Buenos Aires, defendió la corona ante el filipino y campeón gallo del Asia Pacífico (OPBF), Leo Espinosa, venciéndolo por puntos en fallo unánime.16 Fue la primera pelea por un título mundial realizada en la Argentina.

- Óscar Suárez: el 30 de junio de 1956 en Montevideo, peleó contra el campeón cubano Óscar Suárez, quien llegó a derribarlo, pero que terminó perdiendo por nocaut técnico en el 11º round.16 12

- Dai Dower: el 30 de marzo de 1957 en el Club Atlético San Lorenzo de Almagro de Buenos Aires, peleó contra el británico Dai Dower, campeón de Europa y del Commonwealth británico, venciéndolo por nocaut en el 1º round.16

- Young Martin: el 7 de diciembre de 1957 en el Estadio Alberto J. Armando (la Bombonera) de Buenos Aires, peleó contra el español Young Martin, campeón de Europa, venciéndolo por nocaut en el 3º round.16

- Ramón Arias: el 9 de abril de 1958 en el Nuevo Circo de Caracas, peleó contra Ramón Arias, campeón venezolano, venciéndolo por puntos.16

- Dommy Ursua: el 15 de diciembre de 1958 en el Rizal Memorial Coliseum de Manila, peleó contra el filipino Dommy Ursua, campeón del Asia Pacífico (OPBF), venciéndolo por puntos.16

El 16 de enero de 1959 en Tokio (Japón), Pascual Pérez perdió su primera pelea en el profesionalismo, contra el japonés Sadao Yaoita, campeón del Asia Pacífico (OPBF), en un combate en el que no estaba en juego el título mundial. Hasta ese momento, en ocho años de carrera profesional, Pérez llevaba un récord invicto, con 51 combates ganadas, de ellas 37 por nocaut y un empate.16 Pérez le concedió entonces a Yaoita una oportunidad por el título, que se concretó el 5 de noviembre de ese año, ganando el argentino por nocaut en una durísima pelea.16 Para entonces Pérez contaba con 33 años y la edad comenzaba a pesar.

- Kenji Yonekura: el 10 de agosto de 1959 en el Metropolitan Gym de Tokio, peleó contra el japonés Kenji Yonekura, campeón del Asia Pacífico (OPBF), venciéndolo por puntos en fallo unánime. Las tarjetas fueron las siguientes: el árbitro Horacio Álvarez dio 137-150; el juez Anthony Petronella, 139-145; el juez Koshiro Abe, 140-146.16

- Sadao Yaoita: el 5 de noviembre de 1959 en Ogimachi Pool, Osaka (Japón), se enfrentó contra el japonés Sadao Yaoita en la comprometida pelea, venciéndolo por nocaut en el 13º round. El combate fue muy duro y Yaoita derribó a Pérez en el segundo round. El argentino, pese a todo sacó un poco de ventaja en las tarjetas, y en el round 13º lo derribó dos veces, ganando por nocaut a los 55 segundos. Hasta ese momento las tarjetas fueron las siguientes: el árbitro Juan Notari daba 118-112; el juez Nat Fleischer, 115-113; el juez Kuniharu Hayashi veía un empate 117-117.

- Pone Kingpetch: el 16 de abril de 1960 en el Estadio Lumpinee de Bangkok, (Tailandia), peleó contra el tailandés Pone Kingpetch (24 años), campeón del Asia Pacífico (OPBF), quien lo venció por puntos en una decisión dividida. Al revés de Pérez, Kingpetch era un peso mosca gigante, con 1,70 metros de altura (diferencia de 18 cm), ventaja que terminó siendo decisiva en contra del argentino. La pelea siguió en un comienzo el plan de enfrentamiento duro "golpe a golpe" que propuso Pérez, tal como era su estilo, alternándose ambos boxeadores en el dominio. El poder del argentino, sin embargo, hizo su efecto promediando el encuentro, cuando le abrió una profunda herida al tailandés sobre el ojo derecho, por la que sangró hasta el final. En el décimo round, la esquina de Kingpetch decidió cambiar la estrategia, buscando aprovechar su altura y mayor alcance de brazos.

La medida tuvo su efecto y el retador conectó golpes de advertencia de respeto, que contestaba el campeón con el coraje que lo caracterizó a lo largo de su extensa campaña profesional, obligando a Kingpetch a entregarse para deleitar a su público en brava reyerta, que disfrutaban los tailandeses con los brazos en alto y arriba del cuadrilátero dos hombres se batían en duelo de puñetazos por el reinado de la división mosca una de las más excitante en la historia del pugilismo por donde han desfilado talentos que no vuelven.5

El encuentro fue muy cerrado y disputado arduamente hasta la campana final. Las tarjetas fueron las siguientes: el árbitro Lorenzo Torreoalba vio ganador a Pérez por 145-143; el juez Wong Hiranyalekha, lo vio ganador a Kingpetch por 148-137, al igual que el juez Nat Fleischer, que dio 146-140.16 Con 34 años de edad y en fallo dividido, Pascualito había perdido el trono y ya no volvería a triunfar en el primer plano mundial.

- Pone Kingpetch (II): el 22 de septiembre de 1960 en el Olympic Auditorium de Los Ángeles (California), se disputó la revancha. En esta ocasión Kingpetch se impuso con amplitud, ganando por nocaut en el octavo round, el primer nocaut en contra de la carrera de Pérez.


Por Raúl Adriazola

radriazola@boxingclubmendoza.com